LUCÍA EN LA NOCHE - JUAN MANUEL DE PRADA

Autor: Juan Manuel de Prada Título: Lucía en la noche Serie: No Editorial: Espasa Género: Thriller Páginas: 416 Alguien dijo que los ángeles a menudo no saben si se mueven entre los vivos o los muertos. Y cuando se mueven entre los vivos a veces ocultan su rostro, huyen de nuestras caricias, se escabullen y desaparecen, dejándonos con la sensación de que, quizá, nunca estuvieron a nuestro lado. Alejandro Ballesteros es un escritor cuya decadencia y falta de inspiración le han llevado a renegar tanto de sí mismo como del mundo que le rodea. Cuando, una noche de humo y alcohol, conoce a Lucía, siente que la vida vuelve a valer la pena, con todos sus instantes de misterio, de luz y de oscuridad, de pasión y de desengaños. Pero, ¿quién es Lucía? ¿Quién es esa chica desgarbada y algo arisca que parece saberlo todo sobre él? ¿Cómo consigue anticipar sus deseos y apaciguar sus temores más ocultos? ¿Y por qué se resiste a confiar plenamente en él? ¿Qué episodios turbios esconde en su pasado? La desaparición de Lucía marcará el inicio de una búsqueda febril y salpicada de revelaciones inesperadas por un mundo acechado de sombras, en el que Alejandro deberá sacar lo mejor de sí mismo para encontrar respuestas... que tal vez habría preferido no conocer. Un viaje al corazón del miedo en el que tendrá que moverse entre regiones cuya frontera sólo los ángeles pueden cruzar impunemente.

Siempre me han gustado todos los tipos de libros, nunca le digo que no a una buena trama, pero los thrillers son un género que siempre me han llamado la atención por lo adictivo que son, por el desarrollo tan trepidante y, en ocasiones, angustiantes, el no saber el desenlace hasta el final o el creyendo intuirlo, te sorprende finalmente. Lucía en la noche tiene un poco de todo de todos elementos que me gusta encontrar en estas novelas.

Lucía en la noche narra la historia de Alejandro Ballesteros un escritor que, tras su fama inicial, a perdido la pasión por la escritura. Todo eso cambia cuando conoce a Lucía, una chica joven llena de miedos pero que se convierte en su musa e inspiración. Tras un año de relación, Alejandro ha conseguido escribir una novela de la que se siente realmente orgulloso y ya está todo preparado para la publicación, por eso tiene planeado hacer un viaje a Tenerife para disfrutar de unos días de tranquilidad con Lucía. Finalmente, la cosa se complica y es Lucía la que se va con la promesa de reunirse con ella en unos días. Así es como comienza todo: con un accidente de avión y con la desaparición de Lucía.

No me digáis que la trama no es atrayente y prometedora. Sólo sabiendo esos pequeños datos dan ganas de saber qué ha pasado con Lucía, si está viva o muerta, si el accidente ha sido intencionado o ha sido un fallo técnico... Y a todo eso hay que sumarle que Lucía tiene un pasado desconocido y muchos secretos que Alejandro va a ir descubriendo a medida que va arañando en su pasado.

La novela está escrita en primera persona por Alejandro y los capítulos se van alternando entre el presente y el pasado. Yo, que no soy muy dada a tantos cambios entre tiempos verbales, tengo que reconocer que el autor ha hecho un juego magnífico con este estilo, que ha sido exactamente estos saltos en el tiempo lo que me mantenido pegada al libro de principio a fin, ya que cada escena que ha vivido Alejandro con Lucía está muy relacionada con lo que va descubriendo el protagonista en el presente. No hay forma de perderse de saber en qué momento nos encontramos porque los capítulos que hablan del pasado comienzan con números ordinales y los del presente con números cardinales, un detalle insignificante pero que a mí me ha ordenado la lectura y me ha gustado. Sin duda, lo mejor es que está todo perfectamente enlazado y unido, todo tan bien hilado que pasado y presente son plenamente necesarias para ir encajando las piezas e ir descubriendo la verdad. 

Alejandro sin duda es el protagonista primordial de la historia, es el que se pierde y se vuelve a encausar, el que sufre y se desvive con cada luz de esperanza, el que es capaz de bajar al infierno para traer a Lucía a la vida. Y ahí es donde el autor le da un punto de romanticismo a la novela, no se centra en ella, pero sí que es importante ya que, si Alejandro no hubiese conocido a Lucía, si no se hubiese enamorado de ella, no viviría ni se encontraría en la tesitura que nos plantea el autor.

Por otro lado, Lucía es puro misterio. Con ella nunca se sabe qué es verdad y qué es mentira por lo que la intriga está asegurada con ella. Cada cosa que se va descubriendo de ella abre más incógnitas y es exactamente eso lo que agiliza la lectura ya que no puedes parar de leer.

La escritura de Juan Manuel de Prada es pura delicia, con un uso del lenguaje muy cuidado, pero a la vez enrevesado ya que en varias ocasiones tuve que hacer uso del diccionario. Lo que más me ha gustado de cómo ha planteado la novela ha sido que ha creado un laberinto de indicios que a medida que vas leyendo se van desmoronando, creando incertidumbre en el lector y abriendo puertas a nuevas hipótesis. Un libro donde nada es lo que parece. Y no me digáis que eso no es exactamente lo que se busca en este tipo de novelas.

Quizás el final lo hubiese desarrollado de otra manera. Todo se desenvuelve en un prólogo excesivamente largo, que no ha logrado sorprenderme y que, en resumidas cuentas, me ha dejado un poco fría. Esperaba algo más espectacular, más impactante y que me dejara con la boca abierta. Sin duda, el final a empañado una novela que era magistral.

En conclusión, si buscáis una novela donde la verdad y la mentira está presente en el trascurso de la misma, donde nada es lo que parece, con unos personajes que luchan y no se dejan vencer ante las evidencias, una historia que cada capítulo anima a seguir con el siguiente. Una carrera a contrarreloj por encontrar a Lucía. ¿Te animas a leerla?

P.D.: Muchas gracias a la editorial por el envío del ejemplar.

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